Las cuñas se describen como dos líneas
de tendencia convergentes que se unen en el límite, como un triángulo. Ambas
líneas cuentan con una inclinación notable. Los precios se encuentran
fluctuando entre las dos líneas.
Las cuñas, según establece la regla, se
inclinan en contra de la tendencia que les sigue. Una cuña inclinada hacia
arriba es una formación bajista. Una cuña con inclinación hacia abajo es una
formación alcista.
En la formación de cuña ascendente, las
dos líneas se inclinan hacia arriba de izquierda a derecha. Como ambas líneas
son convergentes, la inferior debe tener un ángulo de inclinación mayor que la
línea superior.
La cuña ascendente refleja una situación
en el mercado en que se produce un agotamiento del interés inversor. Los
precios siguen ascendiendo, pero cada subida es menor que la anterior. Por
último, la demanda desaparece y se produce el cambio de tendencia.
Una cuña ascendente indica una debilidad
técnica progresiva del mercado. Cualquier subida de los precios que se
produzca, sea cual sea su forma, provoca una debilidad en el mercado. Esto se
entiende así porque los compradores son, o deberán ser, más reacios a pagar
precios cada vez mayores. En definitiva, cualquier elevación de la oferta trae
consigo una disminución de la demanda.
En la cuña los precios recorren, la
mayoría de las veces, como mínimo dos tercios de la figura antes de producirse
su desenlace. Muchas veces llegan incluso hasta el vértice de la cuña para finalizar
su formación.
Una formación en cuña suele tardar unas
tres semanas en producirse y durante la misma el volumen tiende a disminuir.
Esto sucede por los motivos citados anteriormente, que provocan la progresiva debilidad
del mercado. Finalmente, en la ruptura, el incremento de volumen negociado es
considerable.
Una
formación de cuña tiene la posibilidad de establecer una medición del objetivo
de precios que se puede alcanzar. Este objetivo se obtiene midiendo la amplitud
de la cuña desde su inicio hasta la altura en que se encuentre el vértice.
Después se prolonga desde la ruptura, y en su misma dirección, y se tiene el
objetivo mínimo que pueden alcanzar los precios.
Las cuñas ascendentes son muy frecuentes
en las recuperaciones de mercados bajistas, especialmente después de un
descenso prolongado. Puede parecer que la tendencia ha cambiado, y que se encuentra
en un nuevo movimiento al alza.
Gráfico diario de Bankinter desde abril de
2009 hasta octubre de 2011. En el proceso de corrección en que está inmerso el
valor, marcó nuevos mínimos en abril/mayo de 2010, al perder por primera vez
los 4 euros y quedar por debajo incluso de los mínimo de 2008, que fuero sobre
los 4,60 euros. Desde ahí, el valor inició un rebote con el que rompía incluso
la directriz acelerada bajista, al situarse por encima de los 5,50 euros, pero
el movimiento final, al irse reduciendo los impulsos, configuró un patrón de
cuña ascendente cuyas implicaciones son bajistas. El valor corregía y alcanzaba
el objetivo, para superarlo en octubre de 2010. Ahora, está intentando atacar
la directriz primaria bajista. Para lograrlo, tiene que consolidarse por encima
de los 4,50 euros y atacar los 5 euros. (clic en imagen para ver mas grande)
Gráfico
del último año IBM. En él observamos la aparición de una posible formación de
cuña ascendente con implicaciones bajistas que parece confirmar tras la
publicación de resultados. El objetivo está en las proximidades de su actual
directriz de avance, sobre los 160 dólares. En principio, la cuña no tienen por
qué implicar más que un cambio de tendencia secundario y no amenazar la tendencia
primaria, que se vería comprometida si pierde los 155 dólares. Puede anular el
patrón de cuña si ataca de nuevo los 190 dólares y se consolida de forma
consistente por encima de ese nivel. (clic en imagen para ver mas grande)
Las cuñas descendentes son señales de
cambio de tendencia bajista a alcista. Todo lo dicho anteriormente para las
cuñas ascendentes es igualmente válido para la cuña descendente. Una
diferencia, que tiene su importancia, es que en las cuñas ascendentes los
precios se desmoronan con gran rapidez. En cambio, en la cuñas descendentes, una
vez se ha producido la señal con la ruptura hacia arriba, los precios tienden a
moverse lateralmente un tiempo. Un tiempo, por cierto, precioso para comprar.
Gráfico semanal de la americana KLA Tencor.
En él apreciamos la formación de una cuña descendente con implicaciones
alcistas que aparecía en los inicios de 2010. Esa misma podría considerarse una
tendencia secundaria dentro del actual canal de avance. Se confirmaba está
situación en cuanto el valor superaba los 34 dólares en cierre semanal y
contaba con un buen apoyo de volumen en el escape. Sin embargo, el recorrido
para alcanzar los máximos de 2011 se realizaba con menor volumen del deseado,
lo que se notó en la nueva corrección, en busca del apoyo en la actual
directriz de avance en la misma zona de ruptura de la cuña, sobre los 34
dólares. El rebote de las últimas semanas, que le lleva a buscar la zona de
resistencia de los 45 dólares, sí que está contando con un buen apoyo de
volumen. Si definitivamente supera este nivel, la proyección hasta los techos
del canal supondría alcanzar los 52 dólares sin descartar extensiones incluso
hasta los 55 dólares. Para no perder la actual proyección de avances, no debe quedar
en cierres semanal por debajo de los 34 dólares. (clic en imagen para ver mas grande)
Hasta ahora se han analizado las formaciones que indican un cambio de
tendencia la mayoría de las veces que se producen. Ante estas formaciones, la
actuación del inversor debe ser esperar a que realmente se confirmen, tanto la
pauta de precios como las condiciones de volumen que las validan. Una vez estas
pautas se han confirmado, y no antes, se debe operar en consecuencia.