Un hueco o «gap» (en terminología inglesa)
es un área, en un gráfico de barras, en la cual no hay operaciones. No se puede
considerar, de una manera ortodoxa, un hueco como una formación de precios, ya
que de hecho es algo que se produce de forma aislada. Pero su importancia es
considerable por las consecuencias que se han extraído del comportamiento de
los precios cuando surge un hueco.
Un hueco en una tendencia alcista se produce cuando el intervalo de precios de un día está por encima del máximo de la gama de precios del día anterior. En una tendencia bajista, en el hueco, el precio más alto del día se encuentra por debajo del precio mínimo alcanzado la sesión anterior. Los huecos son importantes porque indican una falta de intereses tanto compradores como vendedores en un intervalo de precios. Una salida hacia arriba es una indicación para los compradores de que no hay excesivos vendedores, y esto es una señal claramente continuadora de tendencia alcista.
Un hueco en una tendencia alcista se produce cuando el intervalo de precios de un día está por encima del máximo de la gama de precios del día anterior. En una tendencia bajista, en el hueco, el precio más alto del día se encuentra por debajo del precio mínimo alcanzado la sesión anterior. Los huecos son importantes porque indican una falta de intereses tanto compradores como vendedores en un intervalo de precios. Una salida hacia arriba es una indicación para los compradores de que no hay excesivos vendedores, y esto es una señal claramente continuadora de tendencia alcista.
Existe un tópico muy extendido respecto a
los huecos: «Todo hueco se acaba llenando». Pero esto no es totalmente cierto,
puesto que hay determinados huecos que, por sus características, se cierran,
pero otros no lo hacen. Analizar los distintos tipos de huecos permite saber
cuáles tienen más posibilidades de cerrarse.
Existen cuatro clases distintas de huecos:
el hueco común o de área, el hueco de ruptura o de escape, el hueco de
continuación o de medición y el hueco de agotamiento o de extinción.
El hueco común es el que se produce en el
interior de una formación de precios, ya sea de continuación o de cambio,
aunque es más frecuente su presencia en las figuras de continuación. Este hueco
se produce en intervalos de precio pequeños y frecuentemente en las zonas que
limitan las figuras. Su implicación técnica es prácticamente nula.
Cuando aparece se intenta utilizar para
confirmar que la pauta que se está formando es de consolidación.
Gráfico
de la alemana SAP. Se pueden apreciar aquí las distintas tipologías de huecos.
Los huecos suceden porque todo el mercado está en una dirección y muchas veces
aparecen por la aparición de noticias después de los cierres de mercado. En
este caso, el hueco dejado en abril surge por una publicación de resultados que
no agradó a los inversores. Los huecos comunes que pueden aparecer en este caso
en la parte final del gráfico pueden deberse a sesiones con mucha volatilidad,
en zonas de congestión. Pueden utilizarse para la operativa intradía como zonas
de regencia de soportes y resistencias para posteriores movimientos. La
clasificación de los huecos no se realiza a priori de forma definitiva. Dejamos
un hueco como de escape cuando no se cierra por completo en un espacio
significativo de tiempo. Los huecos que se cierran en breve son los que
clasificamos como de agotamiento. De ahí que no podamos aceptar como dogma que
todos los huecos se cierran. (clic en imagen para ver grande)
Los huecos de ruptura también están
relacionados con las figuras de precios, pero en este caso en su finalización.
Se producen con importante volumen y son los que marcan la señal que confirma
la formación. En la mayoría de los casos estos huecos no se llenan, ya que dan
lugar a orígenes de tendencias fuertes. Cuanto mayor sea el volumen en el
hueco, más difícil es que éste se cierre. Aunque es probable que en una
tendencia mayor que la iniciada y de signo contrario, estos huecos
efectivamente se cierren.
Es
significativo el poder reforzador que tienen los huecos de ruptura, ya que muy
rara vez se ha producido en el mercado una ruptura falsa con un hueco. Además,
por la propia definición de huecos (ausencia de interés comprador y vendedor),
una ruptura con un hueco es mucho más significativa, ya que informa que se ha
vencido la resistencia que ofrecía una de las partes y que la parte que queda
tiene fuertes intereses.
Muchas veces los huecos en los inicios de
formaciones alcistas representarán áreas de soportes de precios. En las
formaciones bajistas, en cambio, actuarán como resistencias en los posteriores
intentos del mercado.
Los huecos de continuación o medición son menos frecuentes que los
anteriores, pero tienen una mayor iAsí como los huecos de área o los de ruptura
aparecen cerca de las formaciones, los huecos de fuga y de agotamiento se
observan en los avances o descensos rápidos del mercado de manera escarpada.
Este
hueco se produce, generalmente, en las cercanías del centro del movimiento, y
da la sensación que el mercado se mueve sin esfuerzo, muy rápidamente y con
fuerte volumen de contratación. En una tendencia alcista son señales de
fortaleza en el mercado. En una tendencia bajista denotan debilidad.
Su aparición en el centro del movimiento
permite efectuar una medición del probable objetivo de precios que se va a
alcanzar en la subida. Midiendo el recorrido de los precios desde el punto en
que se produjo la fuga hasta el precio final del hueco, y luego, a partir del
mismo, trazando la proyección vertical de la misma distancia, se obtiene el
posible objetivo.
El
último de los huecos que queda por describir es el de agotamiento. Este es el hueco que siempre se cierra y es el que probablemente ha
extendido la creencia de que todos los huecos se deben cerrar en un corto plazo
de tiempo.
Huecos de escape y agotamiento en Unilever.
En este caso, la mayoría de huecos se producen por noticias que afectan
directamente a la compañía. Pero la mayoría de las veces no es posible
aprovecharlos. Realmente esta situación imposibilita el poder tomar partido de
ellos. Pero si la noticia afecta positivamente al valor, son una señal de
posible continuación del movimiento. Si es negativa, como en la mayoría de
ellos en este ejemplo, nos marcan zonas de posibles resistencias ante nuevos
avances o reacciones del valor tras las caídas y nos confirman que no hay que
estar en este título. Al no cerrarse los huecos, están actuando como ventanas
de resistencia. Los huecos son una buena alerta. Si se siguen, los valores
puede proporcionar unos buenos momentos de entrada, especialmente si se dan en
los títulos sólidos. Es frecuente también encontrar muchos huecos en los
valores denominados «chicharros» y que son fáciles de calentar por ciertos
poderosos inversores para sacarles partido en detrimento de los pequeños,
aunque no sea éste el caso, ya que en los valores importantes se suelen dar por
sorpresas positivas o negativas en las noticias de resultados o presentaciones
de datos de las compañías.
(clic en imagen para ver grande)
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Como
su nombre indica, el hueco de agotamiento aparece prácticamente al final de los
recorridos, más propenso en los alcistas que en los bajistas. Para distinguirlo
de un hueco de continuación hay que tener en cuenta la formación desde donde se
originó el movimiento. Si ya se ha cubierto la mayoría del recorrido del
posible objetivo de precios, hay que estar atentos al comportamiento de las
cotizaciones en los días siguientes, ya que puede tratarse de un hueco de agotamiento.
Si viene precedido por un hueco clasificado
como de continuación, podrá catalogarse como de agotamiento con gran
posibilidad de acierto.
Si
además este hueco se cierra en un plazo muy corto de tiempo, entre dos y cinco
días, ciertamente se trata de un hueco de agotamiento.