Los triángulos son las formaciones que presentan mayor dificultad
de clasificación. La mayoría de las veces son figuras de consolidación y de
continuación de tendencia, pero en algunos casos tienen un comportamiento que
implica un cambio de tendencia.
Se ha
definido anteriormente una sucesión de crestas y picos ascendentes como una
tendencia alcista y una sucesión de suelos y techos descendentes como una
tendencia bajista. Pero cuando se suceden picos (techos) descendentes y crestas
(suelos) ascendentes, no caben en esta clasificación: se está formando un
triángulo.
Esta situación indica inseguridad e
incertidumbre en el mercado. Se ha establecido una lucha entre los integrantes
del mercado: los vendedores creen que ya han obtenido suficiente beneficio por
el alza de la acción, mientras que los compradores piensan que la cotización ya
ha bajado lo bastante para entrar.
La
secuencia de techos cada vez más bajos crea una línea de oferta o línea
superior del triángulo. La secuencia de suelos ascendentes crea una línea de
demanda o línea inferior del triángulo.
Si esta situación se prolonga en el tiempo,
las ventas aparecen a niveles cada vez más bajos y las compras a niveles cada
vez más altos. Se crea la inseguridad y el mercado es más y más inestable. Si
en estos momentos alguno de los intereses del mercado se debilita en demasía,
puede dar lugar a un movimiento agresivo del precio. Si el mercado se sigue
equilibrando, se llega al vértice del triángulo y esta figura pierde su poder
de predicción en cuanto a la dirección final que van a seguir los precios.
Para que
se empiece a formar un triángulo hacen falta cuatro puntos de vuelta, dos
techos y dos suelos. Las líneas que se tracen uniendo los techos y suelos
deberán converger en un punto que será el vértice, y que es importante
determinar.
Según la inclinación de las líneas de oferta
y de demanda que forman el triángulo, podemos clasificarlo como triángulo
simétrico, triángulo ascendente y triángulo descendente. Estos últimos se
conocen también como las variantes del triángulo rectángulo. Un caso especial
también es el triángulo invertido o en expansión.
Un
triángulo se considera simétrico cuando ambas líneas, la de la oferta y la de
demanda, se inclinan hacia abajo y hacia arriba respectivamente. No hay que ser
muy riguroso en la aplicación del calificativo de simétrico: mientras ambas
líneas se inclinen de manera clara, debe considerarse como simétrico.
Un triángulo simétrico, a priori, no indica
si la tendencia va a girar o a continuar, pero la mayoría de las veces esta
formación indica una continuación de la tendencia previa.
Triángulo simétrico en FCC. Este triángulo no ha
operado como un patrón de continuación de entrada, ya que se formaba tras la
superación de al directriz bajista y con el escapa de la misma. Para
confirmarlo, debería haber superado con apoyo de volumen le nivel de los 21
euros. La pérdida de los 19 euros le ha llevado a buscar nuevas zonas de
soportes aún alejadas del objetivo teórico de precios que lo devolvería casi a
los mínimos del año. Para ello, debería perder de forma contundente el nivel de
los 17 euros. Anularía la validez del patrón y de su objetivo con la
recuperación de los 19 euros y el ataque a la zona de los 20 euros
(clic en imagen para ver grande)
A medida que los precios van acercándose al
vértice, la negociación va decreciendo en volumen y las fluctuaciones se hacen
más estrechas. Esto es una característica común en todas las formaciones
triangulares, al igual que otras que se irán mencionando en los siguientes
párrafos.
Al
establecer el vértice del triángulo, de alguna manera se limita el tiempo de
formación en el que se ha de resolver la figura. Si los precios llegan al
vértice, el triángulo se debilita y, en cierta forma, los precios continuarán
con la tendencia existente. Ahora bien, es más común que los precios rompan
alguna de las dos líneas entre las que se mueven. Esto sucede, generalmente, en
los dos primeros tercios del triángulo.
Se ha dicho que no hay ninguna prueba fiable para conocer la dirección
de ruptura del triángulo simétrico, aunque esto no es del todo cierto. Durante
la formación del mismo pueden sucederse una serie de pistas que, algunas veces,
permitirán saber de antemano la dirección de fuga del triángulo.
La
primera de estas pistas nos la proporciona el volumen. A pesar de que va
disminuyendo en la formación, si éste es mayor en los ascensos que se producen,
es muy probable que el escape sea al alza. Si, además, cuando se produce la
perforación hacia arriba el volumen aumenta considerablemente esto la
confirmaría. Si la ruptura al alza se produce con muy poco volumen, puede
producirse una señal falsa y el precio puede volver a caer dentro del
triángulo. Si esto ocurre, cabe la posibilidad de que la línea de oferta actúe
como soporte, y en este caso los precios volverán a subir a partir de aquí, y
seguramente con volumen. Esta es la señal correcta para entrar en el valor.
Otra pista la proporciona el estudio de la
formación del triángulo simétrico con los gráficos de barras. Si durante los
días en que el precio de cierre toca la línea de oferta, el máximo del día
queda por encima de la línea misma, es una indicación de una posible ruptura al
alza.
Una
característica importante del triángulo simétrico es que permite obtener una
medición del objetivo de precios. La manera de efectuar la medición es trazar
una línea vertical que una el máximo alcanzado en el interior de la formación y
la base del triángulo. Desde el punto de ruptura hay que proyectar otra línea
con la misma longitud.
Con esto
se obtiene el mínimo alcance probable que tendrán los precios después de la
ruptura.
En el
gráfico se observa un ejemplo de medición del objetivo de precio en una
formación de triángulo simétrico.
Serie de triángulos simétricos en la
desaparecida Terra. En este gráfico observamos a qué se debe la dificultad de
interpretación de las formaciones triangulares: algunas veces se comportan como
formaciones de continuación y otras, como de cambio de tendencia. El primer
triángulo simétrico en Terra se forma entre enero y febrero del 2000 y se
resuelve como continuación, al conseguir superar incluso el objetivo de precios
que se toma como la amplitud total de la figura: 40 euros. El volumen no acaba
de cumplir la pauta ortodoxa, ya que tiende a sufrir incrementos en los movimientos
al alza dentro de la figura. Ello nos puede proporcionar una ligera pista de
por dónde se puede acabar produciendo la definición. El segundo triángulo
simétrico actúa, en este caso, como formación de cambio: cuando rompe la línea
de demanda, el soporte del triángulo, el valor inicia la corrección superando
de nuevo el objetivo de precios previsto inicialmente, que es de 33 euros. En
este caso, el volumen no se incrementa nada más que en la ruptura de la figura,
con lo que es una señal clara de alerta para confirmar y abandonar la posición
en el valor. Por último, en el gráfico encontramos una formación de triángulo
rectángulo descendente que se cumple también y que provocó que, de nuevo, un
buena cantidad de inversores se quedaran atrapados en el valor entre los 45 y
los 65 euros. (clic en imagen para ver grande)
Los triángulos rectángulos pueden ser
ascendentes y descendentes. Esta es la principal característica que los
diferencia de los triángulos simétricos. Estos avisan de la dirección que van
tomar los precios.
Estos
triángulos tienen una de sus líneas prácticamente horizontal. En el caso de los
triángulos ascendentes se trata de la línea de oferta, es decir, la línea
superior es horizontal y la inferior está inclinada hacia ella. En los
triángulos descendentes, es la línea de la demanda la horizontal (en este caso
la inferior), mientras que la superior es la que está inclinada formando
ángulo.
En el triángulo ascendente se considera que
los compradores son más agresivos que los vendedores y esta figura lleva
implícita una ruptura al alza de los precios. Siempre que el volumen sea acorde
con la formación, deberá disminuir durante la construcción, mayor en los tramos
alcistas, y tendrá que aumentar significativamente en la ruptura alcista.
La
aparición de esta figura en el mercado es debida a un comportamiento bastante
lógico. Se produce cuando hay una gran cantidad de demanda de determinadas
acciones que se encuentra con un gran paquete a la venta de las mismas colocado
a un precio fijo. Si la demanda realmente es importante, en cuanto se agoten
los títulos a la venta a ese cambio, las acciones subirán rápidamente.
En un triángulo ascendente también es posible
efectuar una medición del objetivo que pueden alcanzar los precios después de
la ruptura. La práctica es la misma que en los
triángulos simétricos: trazar una línea vertical desde el punto más bajo de los
precios alcanzado dentro de la formación hasta la línea horizontal, y después
proyectar desde el punto de ruptura otra línea de igual longitud.
Mc Donald´s presenta una formación de
triangulo rectángulo.
En este caso, lo hace de forma clara, actuando como continuación de la
tendencia de avance impecable que mantiene desde principios de 2011. El
objetivo teórico de la figura proyecta al precio hasta los 100 dólares, que
puede ser un nivel psicológico difícil de superar en el primer intento. Para
mantener la validez de la figura, no debe volver a perder la zona de
resistencia superada y que ahora actúa como soporte, en la zona de los 91
dólares.
Otro ejemplo de triángulo rectángulo con
ruptura al alza, de la compañía del S&P500 Rockwell Collins. Apreciamos el
incremento de volumen necesario en el escape de la formación para tener una
confirmación ortodoxa. Casi logra el objetivo de precio en la segunda sesión
tras el escape.(clic en imagen para ver grande)
El triángulo descendente es prácticamente la figura inversa del triángulo ascendente. Se considera una figura bajista y es creada por expectativas de mercado contrarias a las que originan un triángulo ascendente.
Triángulo rectángulo bajista en Carrefour.
Este triángulo actúa como formación de cambio de dirección. La zona de soporte
en los 26 euros se pierde a mediados del año 2011. Tras la fuerte corrección,
el valor encuentra un soporte sobre que se observa un doble mínimos en los
14,50 euros. Ello podría estar formando parte de otro patrón de vuelta de
hombro-cabeza-hombro invertido, en el que se habría superado ya la línea
clavicular en los 18 euros y que no debe perderse para mantener la figura. La
confirmación definitiva del cambio de dirección lo tendremos con la superación
consistente de los 20 euros. En estas formaciones triangulares rectangulares
bajistas aplicamos la sentencia técnica que dice: «Para que un valor suba, hace
falta dinero, para que caiga... no hace falta nada».
(clic en imagen para ver grande)
Una
característica típica de los triángulos descendentes es la particular actuación
del volumen. En este caso, el volumen debe incrementarse en las cercanías de
los mínimos de la línea horizontal y decrecer en los rebotes. También el escape
o ruptura a la baja puede darse con escaso volumen.
Por último, los triángulos invertidos o en
expansión son figuras poco habituales. En estas figuras cada techo y cada suelo
son superiores al anterior, con grandes variaciones en los volúmenes. En este
caso las lí- neas trazadas divergen.
Su
implicación es claramente bajista y representan mercados fuera de control. Por
este motivo, cuando se producen aparecen en techos de mercado. También se les
conoce como vueltas en cinco puntas. Cuando se observa esta señal, la mejor
táctica es abandonar todas las posiciones y preparase para un mercado a la
baja.