¿Qué son los triángulos?

Los triángulos son las formaciones que presentan mayor dificultad de clasificación. La mayoría de las veces son figuras de consolidación y de continuación de tendencia, pero en algunos casos tienen un comportamiento que implica un cambio de tendencia.
Se ha definido anteriormente una sucesión de crestas y picos ascendentes como una tendencia alcista y una sucesión de suelos y techos descendentes como una tendencia bajista. Pero cuando se suceden picos (techos) descendentes y crestas (suelos) ascendentes, no caben en esta clasificación: se está formando un triángulo.
Esta situación indica inseguridad e incertidumbre en el mercado. Se ha establecido una lucha entre los integrantes del mercado: los vendedores creen que ya han obtenido suficiente beneficio por el alza de la acción, mientras que los compradores piensan que la cotización ya ha bajado lo bastante para entrar.
La secuencia de techos cada vez más bajos crea una línea de oferta o línea superior del triángulo. La secuencia de suelos ascendentes crea una línea de demanda o línea inferior del triángulo.
Si esta situación se prolonga en el tiempo, las ventas aparecen a niveles cada vez más bajos y las compras a niveles cada vez más altos. Se crea la inseguridad y el mercado es más y más inestable. Si en estos momentos alguno de los intereses del mercado se debilita en demasía, puede dar lugar a un movimiento agresivo del precio. Si el mercado se sigue equilibrando, se llega al vértice del triángulo y esta figura pierde su poder de predicción en cuanto a la dirección final que van a seguir los precios.
Para que se empiece a formar un triángulo hacen falta cuatro puntos de vuelta, dos techos y dos suelos. Las líneas que se tracen uniendo los techos y suelos deberán converger en un punto que será el vértice, y que es importante determinar.
Según la inclinación de las líneas de oferta y de demanda que forman el triángulo, podemos clasificarlo como triángulo simétrico, triángulo ascendente y triángulo descendente. Estos últimos se conocen también como las variantes del triángulo rectángulo. Un caso especial también es el triángulo invertido o en expansión.
Un triángulo se considera simétrico cuando ambas líneas, la de la oferta y la de demanda, se inclinan hacia abajo y hacia arriba respectivamente. No hay que ser muy riguroso en la aplicación del calificativo de simétrico: mientras ambas líneas se inclinen de manera clara, debe considerarse como simétrico.
Un triángulo simétrico, a priori, no indica si la tendencia va a girar o a continuar, pero la mayoría de las veces esta formación indica una continuación de la tendencia previa.
Triángulo simétrico en FCC. Este triángulo no ha operado como un patrón de continuación de entrada, ya que se formaba tras la superación de al directriz bajista y con el escapa de la misma. Para confirmarlo, debería haber superado con apoyo de volumen le nivel de los 21 euros. La pérdida de los 19 euros le ha llevado a buscar nuevas zonas de soportes aún alejadas del objetivo teórico de precios que lo devolvería casi a los mínimos del año. Para ello, debería perder de forma contundente el nivel de los 17 euros. Anularía la validez del patrón y de su objetivo con la recuperación de los 19 euros y el ataque a la zona de los 20 euros
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A medida que los precios van acercándose al vértice, la negociación va decreciendo en volumen y las fluctuaciones se hacen más estrechas. Esto es una característica común en todas las formaciones triangulares, al igual que otras que se irán mencionando en los siguientes párrafos.
Al establecer el vértice del triángulo, de alguna manera se limita el tiempo de formación en el que se ha de resolver la figura. Si los precios llegan al vértice, el triángulo se debilita y, en cierta forma, los precios continuarán con la tendencia existente. Ahora bien, es más común que los precios rompan alguna de las dos líneas entre las que se mueven. Esto sucede, generalmente, en los dos primeros tercios del triángulo.
Se ha dicho que no hay ninguna prueba fiable para conocer la dirección de ruptura del triángulo simétrico, aunque esto no es del todo cierto. Durante la formación del mismo pueden sucederse una serie de pistas que, algunas veces, permitirán saber de antemano la dirección de fuga del triángulo.
La primera de estas pistas nos la proporciona el volumen. A pesar de que va disminuyendo en la formación, si éste es mayor en los ascensos que se producen, es muy probable que el escape sea al alza. Si, además, cuando se produce la perforación hacia arriba el volumen aumenta considerablemente esto la confirmaría. Si la ruptura al alza se produce con muy poco volumen, puede producirse una señal falsa y el precio puede volver a caer dentro del triángulo. Si esto ocurre, cabe la posibilidad de que la línea de oferta actúe como soporte, y en este caso los precios volverán a subir a partir de aquí, y seguramente con volumen. Esta es la señal correcta para entrar en el valor.
Otra pista la proporciona el estudio de la formación del triángulo simétrico con los gráficos de barras. Si durante los días en que el precio de cierre toca la línea de oferta, el máximo del día queda por encima de la línea misma, es una indicación de una posible ruptura al alza.
Una característica importante del triángulo simétrico es que permite obtener una medición del objetivo de precios. La manera de efectuar la medición es trazar una línea vertical que una el máximo alcanzado en el interior de la formación y la base del triángulo. Desde el punto de ruptura hay que proyectar otra línea con la misma longitud.
Con esto se obtiene el mínimo alcance probable que tendrán los precios después de la ruptura.
En el gráfico se observa un ejemplo de medición del objetivo de precio en una formación de triángulo simétrico.
Serie de triángulos simétricos en la desaparecida Terra. En este gráfico observamos a qué se debe la dificultad de interpretación de las formaciones triangulares: algunas veces se comportan como formaciones de continuación y otras, como de cambio de tendencia. El primer triángulo simétrico en Terra se forma entre enero y febrero del 2000 y se resuelve como continuación, al conseguir superar incluso el objetivo de precios que se toma como la amplitud total de la figura: 40 euros. El volumen no acaba de cumplir la pauta ortodoxa, ya que tiende a sufrir incrementos en los movimientos al alza dentro de la figura. Ello nos puede proporcionar una ligera pista de por dónde se puede acabar produciendo la definición. El segundo triángulo simétrico actúa, en este caso, como formación de cambio: cuando rompe la línea de demanda, el soporte del triángulo, el valor inicia la corrección superando de nuevo el objetivo de precios previsto inicialmente, que es de 33 euros. En este caso, el volumen no se incrementa nada más que en la ruptura de la figura, con lo que es una señal clara de alerta para confirmar y abandonar la posición en el valor. Por último, en el gráfico encontramos una formación de triángulo rectángulo descendente que se cumple también y que provocó que, de nuevo, un buena cantidad de inversores se quedaran atrapados en el valor entre los 45 y los 65 euros. (clic en imagen para ver grande)

Los triángulos rectángulos pueden ser ascendentes y descendentes. Esta es la principal característica que los diferencia de los triángulos simétricos. Estos avisan de la dirección que van tomar los precios.
Estos triángulos tienen una de sus líneas prácticamente horizontal. En el caso de los triángulos ascendentes se trata de la línea de oferta, es decir, la línea superior es horizontal y la inferior está inclinada hacia ella. En los triángulos descendentes, es la línea de la demanda la horizontal (en este caso la inferior), mientras que la superior es la que está inclinada formando ángulo.
En el triángulo ascendente se considera que los compradores son más agresivos que los vendedores y esta figura lleva implícita una ruptura al alza de los precios. Siempre que el volumen sea acorde con la formación, deberá disminuir durante la construcción, mayor en los tramos alcistas, y tendrá que aumentar significativamente en la ruptura alcista.
La aparición de esta figura en el mercado es debida a un comportamiento bastante lógico. Se produce cuando hay una gran cantidad de demanda de determinadas acciones que se encuentra con un gran paquete a la venta de las mismas colocado a un precio fijo. Si la demanda realmente es importante, en cuanto se agoten los títulos a la venta a ese cambio, las acciones subirán rápidamente.
En un triángulo ascendente también es posible efectuar una medición del objetivo que pueden alcanzar los precios después de la ruptura. La práctica es la misma que en los triángulos simétricos: trazar una línea vertical desde el punto más bajo de los precios alcanzado dentro de la formación hasta la línea horizontal, y después proyectar desde el punto de ruptura otra línea de igual longitud.
Mc Donald´s presenta una formación de triangulo rectángulo. En este caso, lo hace de forma clara, actuando como continuación de la tendencia de avance impecable que mantiene desde principios de 2011. El objetivo teórico de la figura proyecta al precio hasta los 100 dólares, que puede ser un nivel psicológico difícil de superar en el primer intento. Para mantener la validez de la figura, no debe volver a perder la zona de resistencia superada y que ahora actúa como soporte, en la zona de los 91 dólares.
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Otro ejemplo de triángulo rectángulo con ruptura al alza, de la compañía del S&P500 Rockwell Collins. Apreciamos el incremento de volumen necesario en el escape de la formación para tener una confirmación ortodoxa. Casi logra el objetivo de precio en la segunda sesión tras el escape.(clic en imagen para ver grande) 







El triángulo descendente es prácticamente la figura inversa del triángulo ascendente. Se considera una figura bajista y es creada por expectativas de mercado contrarias a las que originan un triángulo ascendente.
Triángulo rectángulo bajista en Carrefour. Este triángulo actúa como formación de cambio de dirección. La zona de soporte en los 26 euros se pierde a mediados del año 2011. Tras la fuerte corrección, el valor encuentra un soporte sobre que se observa un doble mínimos en los 14,50 euros. Ello podría estar formando parte de otro patrón de vuelta de hombro-cabeza-hombro invertido, en el que se habría superado ya la línea clavicular en los 18 euros y que no debe perderse para mantener la figura. La confirmación definitiva del cambio de dirección lo tendremos con la superación consistente de los 20 euros. En estas formaciones triangulares rectangulares bajistas aplicamos la sentencia técnica que dice: «Para que un valor suba, hace falta dinero, para que caiga... no hace falta nada».
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Una característica típica de los triángulos descendentes es la particular actuación del volumen. En este caso, el volumen debe incrementarse en las cercanías de los mínimos de la línea horizontal y decrecer en los rebotes. También el escape o ruptura a la baja puede darse con escaso volumen.
Por último, los triángulos invertidos o en expansión son figuras poco habituales. En estas figuras cada techo y cada suelo son superiores al anterior, con grandes variaciones en los volúmenes. En este caso las lí- neas trazadas divergen.
Su implicación es claramente bajista y representan mercados fuera de control. Por este motivo, cuando se producen aparecen en techos de mercado. También se les conoce como vueltas en cinco puntas. Cuando se observa esta señal, la mejor táctica es abandonar todas las posiciones y preparase para un mercado a la baja.